El Rumbo
Hoy es el primer día que escribo en este su blog, lo titulo "El rumbo" ya que la idea de abrirlo, es para mi un viaje con rumbo desconocido, aunque en su mayoría estoy convencido de que será un paseo por el torbellino de recuerdos que a veces no me atrevo a explorar, y sin embargo con una extraña sensación en el estomago de miedo e incertidumbre, aquí estoy, con la idea bien definida de que de cualquier manera que esto vaya creciendo seguiré adelante.
El rumbo que hoy tomare, será extraído, del primer recuerdo conciente que tengo de vida:
Siendo un niño muy pequeño, mi primer recuerdo se remonta a una comida familiar en casa de mi abuelo, donde el consentido de la casa era un servidor, como siempre en casa del viejo las comidas familiares eran eventos sociales muy concurridos, siempre mucha gente en casa (dicen que es la maldición de los Noriega, no hay nada que disfrutemos mas que tener la casa alegre y llena de gente) buena comida, pero el detalle que me hace recordar en especial ese día era que, siendo el nieto consentido, si algo no apetecía al niño, era digno de pasarse por alto, de igual manera si el escuincle consentido, quería comer otra cosa, el capricho se cumplía a la brevedad (caray abuelo, como te extraño) en esa ocasión, habían preparado guacamole para todos y uno especial sin picante para mi, ya que cuando era niño, no comía nada de picante (aun no lo hago, a veces una salsita de esas de botella que funcionan también como removedor de acido de batería), mismo que no tardo en acabarse, ya que el sazón del mismo era fenomenal, grande fue mi sorpresa al darme cuenta que ya no había relleno para mis adorados tacos de aguacate ó guacamole, cuando descubrí que en la mesa se encontraba un molcajete a reventar de guacamole, mismo que solicite me fuera entregado, para poder seguir taqueando a gusto, alguien tuvo la osadía de decir, de ese no puedes comer, ese es para gente grande!!!, no creo que sea necesario mencionar el tamaño de berrinche que hubo, seguido de una explicación, que debió ser suficiente para que entendiera que aquella deliciosa mezcolanza de aguacate, cebolla, cilantro y chile, no era para mi precisamente por el ultimo ingrediente, pero... no fue así acto seguido fue otro berrinche de proporciones que por sano respeto a mi mismo, prefiero no mencionar, pero que fue una excelente motivación para que los adultos en ese momento presentes fueran compartidos y decidieran que lo mejor era darme lo que quería (Por supuesto, que acaso creían que iba a ser de otra manera).
El trastecito que llenaron para que yo obtuviera el guacamole, esta a reventar de este acompañamiento para comidas inventado por algún dios (así debe haber sido, no lo concebiría de otra manera) dispongo de una tortilla, misma que fue rebosada por la mezcla ya mencionada, unas gotas de limón y llego la tan ansiada mordida...
De pronto el sudor comenzó a correr por el cuello, una sensación de calor me invadía... estaba enchilado; fue poco lo que pude hacer en ese momento, a pesar de los múltiples remedios caseros, sal, agua muy fría, seguir comiendo algo que no contuviera picante, etc... toda la familia se moría de risa, mientras que algunos disimulaban tratando de hacer algo por remediar esa situación, aunque nadie podía hacer nada, la primer enchilada de la vida se había suscitado teniendo tan solo 3 años de edad.
La vida nunca fue igual, se a rodeado siempre de nuevas experiencias, algunas buenas y otras malas como la de mi encuentro con el picante, sin embargo eso me dejo una gran lección, misma que no les pienso enseñar, no soy su papa, yo simplemente cuento historias de la vida, jejeje.
Esto que estoy compartiendo con ustedes, sale del fondo de ese mar de recuerdos que componen al ser humano, y que sin embargo lo atesoro como mi primer recuerdo de infancia, que aunque por desgracia esta asociado a un mal rato para mi, un muy buen rato para los demás, será algo que con gusto contare en mis días de vejes, jejejeje, espero realmente disfruten conmigo los pasajes de mi vida que poco a poco iré contando, tengan un poco de paciencia ya que no soy un gran escritor, y menos cuento con el tiempo para dedicarme a estas cosas como me gustaría.
Este es un agradecimiento muy especial para Nachobat, ya que desde hace muchos años se ah empeñado en que escriba mi vida, y aunque estoy seguro que no es esto a lo que el se refería, es un buen principio.
El rumbo al que me dirijo estoy seguro que cambiara mi vida, como todas y cada una de las experiencias en la misma lo han hecho.
El rumbo que hoy tomare, será extraído, del primer recuerdo conciente que tengo de vida:
Siendo un niño muy pequeño, mi primer recuerdo se remonta a una comida familiar en casa de mi abuelo, donde el consentido de la casa era un servidor, como siempre en casa del viejo las comidas familiares eran eventos sociales muy concurridos, siempre mucha gente en casa (dicen que es la maldición de los Noriega, no hay nada que disfrutemos mas que tener la casa alegre y llena de gente) buena comida, pero el detalle que me hace recordar en especial ese día era que, siendo el nieto consentido, si algo no apetecía al niño, era digno de pasarse por alto, de igual manera si el escuincle consentido, quería comer otra cosa, el capricho se cumplía a la brevedad (caray abuelo, como te extraño) en esa ocasión, habían preparado guacamole para todos y uno especial sin picante para mi, ya que cuando era niño, no comía nada de picante (aun no lo hago, a veces una salsita de esas de botella que funcionan también como removedor de acido de batería), mismo que no tardo en acabarse, ya que el sazón del mismo era fenomenal, grande fue mi sorpresa al darme cuenta que ya no había relleno para mis adorados tacos de aguacate ó guacamole, cuando descubrí que en la mesa se encontraba un molcajete a reventar de guacamole, mismo que solicite me fuera entregado, para poder seguir taqueando a gusto, alguien tuvo la osadía de decir, de ese no puedes comer, ese es para gente grande!!!, no creo que sea necesario mencionar el tamaño de berrinche que hubo, seguido de una explicación, que debió ser suficiente para que entendiera que aquella deliciosa mezcolanza de aguacate, cebolla, cilantro y chile, no era para mi precisamente por el ultimo ingrediente, pero... no fue así acto seguido fue otro berrinche de proporciones que por sano respeto a mi mismo, prefiero no mencionar, pero que fue una excelente motivación para que los adultos en ese momento presentes fueran compartidos y decidieran que lo mejor era darme lo que quería (Por supuesto, que acaso creían que iba a ser de otra manera).
El trastecito que llenaron para que yo obtuviera el guacamole, esta a reventar de este acompañamiento para comidas inventado por algún dios (así debe haber sido, no lo concebiría de otra manera) dispongo de una tortilla, misma que fue rebosada por la mezcla ya mencionada, unas gotas de limón y llego la tan ansiada mordida...
De pronto el sudor comenzó a correr por el cuello, una sensación de calor me invadía... estaba enchilado; fue poco lo que pude hacer en ese momento, a pesar de los múltiples remedios caseros, sal, agua muy fría, seguir comiendo algo que no contuviera picante, etc... toda la familia se moría de risa, mientras que algunos disimulaban tratando de hacer algo por remediar esa situación, aunque nadie podía hacer nada, la primer enchilada de la vida se había suscitado teniendo tan solo 3 años de edad.
La vida nunca fue igual, se a rodeado siempre de nuevas experiencias, algunas buenas y otras malas como la de mi encuentro con el picante, sin embargo eso me dejo una gran lección, misma que no les pienso enseñar, no soy su papa, yo simplemente cuento historias de la vida, jejeje.
Esto que estoy compartiendo con ustedes, sale del fondo de ese mar de recuerdos que componen al ser humano, y que sin embargo lo atesoro como mi primer recuerdo de infancia, que aunque por desgracia esta asociado a un mal rato para mi, un muy buen rato para los demás, será algo que con gusto contare en mis días de vejes, jejejeje, espero realmente disfruten conmigo los pasajes de mi vida que poco a poco iré contando, tengan un poco de paciencia ya que no soy un gran escritor, y menos cuento con el tiempo para dedicarme a estas cosas como me gustaría.
Este es un agradecimiento muy especial para Nachobat, ya que desde hace muchos años se ah empeñado en que escriba mi vida, y aunque estoy seguro que no es esto a lo que el se refería, es un buen principio.
El rumbo al que me dirijo estoy seguro que cambiara mi vida, como todas y cada una de las experiencias en la misma lo han hecho.
5 Comments:
Más vale tarde... que sin chamba...
Que bueno que has comenzado a escribir tu vida.
Tómalo con calma, es mejor ser constante, que abundante.
Sé que te vas a sentir desahogado...
nomás no le enseñes esto a muchas personas...
Que tiempos aquellos en los que los berrinches, los caprichines y los deseos absurdos se cumplían al instante.
Esos tiempos, aquellos tiempos, los extraño.
Bienvenido a "esto".
Dos cosas, gracias por compartir este recuerdo familiar que a la letra se comprende muy añorado así como privado. En segundo término feliciades ya te habias tardado en incursionar en esta >>moda<<,
Me hiciste llorar...reir... y añorar hasta que me dolió el corazón. Te felicito hijo por tener el deseo de compartir esto con alguien.
Sobre todo, gracias por compartirlo conmigo. Te amo y sigo amando y añorando al viejo...
Está de pelos esta idea!
Te amo mi vida me da mucho gusto que aunque lo hagas de ves en cuando (escribas) y cuentes a otros, todas esas anecdotas de tu vida tan, atu manera que sabes que muchas ya las he escuchado, pero verlas así es padre . Ademas creo que es una buena terapia ocupacional para ti ; gracias por compartirla con tu esposa.
Te amo mucho ba bye.
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